
by Susanne May Published November 11, 2025 in Brain Circuits - Spanish • 3 min read
Si lo eres, significa que estás contratando mal o que no estás aprovechando el potencial de tu equipo. El verdadero liderazgo empieza cuando dejas de intentar demostrar tu valía y comienzas a escuchar para aprender.
Pregúntate:
Qué consigues:
Pasas de ser un solucionador individual a un amplificador de talento. Las personas dejan de pensar por ti y empiezan a pensar contigo, lo que multiplica su implicación y la calidad de las ideas.
La mayoría de los problemas de rendimiento no surgen por falta de actitud, sino por falta de claridad: prioridades difusas, responsabilidades ambiguas y supuestos nunca explicitados.
Pregúntate:
Qué consigues:
Detectas las deficiencias antes de que escalen, mejoras la coordinación y eliminas la ambigüedad. En lugar de confusión, generas dirección.
La confianza no sigue una jerarquía; sigue una autonomía ganada.
Esperar a tener certezas suele equivaler a llegar tarde. Los líderes eficaces no buscan la perfección: marcan una dirección, prueban rápido y ajustan sobre la marcha.
Di:
Qué consigues:
Normalizas la experimentación, reduces el miedo al error y demuestras que avanzar es más valioso que acertar a la primera.
Cuando un líder concentra en exceso el control, se convierte en un cuello de botella. La confianza no se impone desde la jerarquía: se gana a través de la autonomía y la responsabilidad compartida.
Pregunta a tu equipo:
Qué consigues:
Fomentas la rendición de cuentas, aceleras la toma de decisiones y desarrollas a las personas en lugar de limitar su iniciativa.

Los equipos sintonizan con las señales emocionales de sus líderes. Si transmites estrés, urgencia o defensa, eso mismo se reflejará en los demás, sin importar lo que digas.
Pregúntate:
Qué consigues:
Actúas con intención. Reduces la ansiedad del entorno, refuerzas la confianza y lideras con señales claras, no con ruido.


Los primeros pasos en el liderazgo son más decisivos de lo que suele pensarse. La forma en que lideras en tus primeros meses establece el tono de todo lo que vendrá después.
Empieza por escuchar con atención, formular preguntas más precisas y actuar antes de tener todas las respuestas: así generarás una confianza duradera.
Hoy liderar no consiste en saber más, sino en aportar claridad cuando los demás no la tienen. Si construyes esa base desde el principio, todo lo demás fluirá con mayor naturalidad.

especialista en liderazgo y desarrollo organizacional
Susanne May es especialista en liderazgo y desarrollo organizacional con más de dos décadas de experiencia en la creación de culturas de alto rendimiento, la gestión de transformaciones estratégicas y la innovación en el aprendizaje digital. Ha colaborado con instituciones internacionales como el Banco Mundial, UNICEF, la OMS y Daimler, diseñando programas formativos de gran impacto y alta participación. Como líder de equipos globales en más de 60 países, promueve el crecimiento a través del desarrollo orientado a objetivos y la conexión entre propósito y desempeño.
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