Blondiaux señaló que, aunque todas las grandes empresas del sector habían presentado recientemente unos resultados financieros fantásticos, sus emisiones habían aumentado en la misma proporción. “En términos de emisiones, a pesar de todos los esfuerzos que la industria está haciendo, la transformación que tenemos por delante es inmensa”, explicó.
Los directores financieros deben impulsar la agenda ASG
Según Blondiaux, el director financiero debe desempeñar un papel fundamental para que las marcas de lujo adopten un enfoque más sostenible. En ese sentido, identificó cuatro maneras en las que la función financiera puede apoyar este cambio sostenible: midiendo el progreso o la ausencia de progreso; situando esta cuestión en el primer plano de la comunicación financiera y no financiera; creando sistemas de información que permitan a la empresa captar estos datos; y asegurándose de que las cuestiones ASG estén en el centro de lo que hacen todas y cada una de las personas que trabajan en finanzas dentro de la empresa.
“Creo fundamentalmente que las 800 personas que trabajan para CHANEL en finanzas entienden que tienen un papel que desempeñar”, dijo Blondiaux. “La responsabilidad de la transformación no recae sólo en un equipo de expertos en sostenibilidad. Es de todos nosotros. Y eso es lo que he intentado hacer como líder de esta función”.
Como CHANEL sigue asegurándose de que cada decisión contribuya al valor de la marca a largo plazo, la marca considera ahora cada decisión de inversión a través de una lente ASG. Por ejemplo, cuando estudian una propuesta de inversión, como una nueva boutique, la empresa examina si los materiales de construcción son reciclables y se asegura de que la tienda sea accesible para personas con discapacidad. Sus equipos de auditoría interna también han cambiado el alcance de sus actividades para evaluar el impacto de la cadena de suministro. “Cuando nuestros equipos de compras indirectas eligen entre distintos proveedores, no se trata sólo del coste (…) sino del impacto de la huella de carbono”, afirmó.
Lo bueno de ser director financiero, explicó Blondiaux, es que siempre estás sentado en la mesa de toma de decisiones: “Podemos utilizar nuestro papel para ampliar nuestro alcance en términos de asignación de recursos, para tener una amortización más rápida en términos de impacto en la sociedad”.
Los directores financieros deben ser emprendedores e integradores
Blondiaux menciona la curiosidad y la adaptabilidad como dos de los atributos que le ayudaron a convertirse en un director financiero de éxito a una edad temprana. A lo largo de su carrera, en la que ocupó puestos de director financiero en el gigante Nestlé en Costa de Marfil, Pakistán, Suiza y Rusia, tuvo que adaptarse constantemente a nuevos entornos, culturas y expectativas. “A veces era realmente agotador tener que reinventarte como líder tan a menudo, pero eso ha sido lo bonito de mi carrera”, explica.