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The Interview

¿Quieres aumentar el impacto de tu filantropía corporativa? Vincúlala a tu actividad principal, afirma el director general de Fundación Repsol.

December 13, 2023 • by Sophie Bacq in The InterviewPodcast availablePodcast available

Sophie Bacq habla con António Calçada, vicepresidente y director general de Fundación Repsol, sobre cómo el modelo de filantropía empresarial está evolucionando de las donaciones benéficas a la inversión en empresas emprendedoras,...

Sophie Bacq habla con António Calçada, vicepresidente y director general de Fundación Repsol, sobre cómo el modelo de filantropía empresarial está evolucionando de las donaciones benéficas a la inversión en empresas emprendedoras, que puedan crear un impacto social y medioambiental positivo.

Las compañías llevan mucho tiempo practicando algún tipo de filantropía corporativa. A principios del siglo XX, los empresarios adinerados trataban de retribuir a sus comunidades financiando causas benéficas. Los movimientos sociales y económicos de los años 60 y 70 dieron lugar a llamamientos para que las empresas asumieran la responsabilidad de sus acciones.

Ahora que las organizaciones quieren hacer el bien y crear valor para todos los grupos de interés, y no sólo para sí mismas, cada vez son más las empresas que crean fundaciones corporativas para gestionar y dirigir sus proyectos filantrópicos.

¿Qué hay detrás de esta tendencia? António Calçada, vicepresidente y director general de Fundación Repsol, el brazo filantrópico de la multienergética española, cree que una fundación puede actuar como motor para aumentar la implicación y el compromiso con las cuestiones sociales en toda la organización. También puede dar más visibilidad a los esfuerzos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en un momento en que los trabajadores eligen trabajar en empresas en función de su propósito y sus valores.

Calçada admite que, en el pasado, los programas de RSC habían tenido a veces mala fama por el “lavado de imagen social”, es decir, por promover actividades que pueden generar bonitas fotografías para el informe anual, pero que en realidad tienen muy poco impacto o, peor aún, un impacto negativo. Esto está cambiando a medida que organizaciones como Repsol tratan de vincular sus iniciativas de RSC a su actividad principal. “Hay que responsabilizarse de lo social e integrarlo en la corriente principal de la empresa”, me dijo en una reciente entrevista con I by IMD.

El apoyo de los ejecutivos es crucial, al igual que medir el impacto de las actividades filantrópicas. Calçada también cree que el talento debe poder moverse libremente entre la empresa principal y la fundación, y que debe estar sujeto a los mismos sistemas, procesos y estrategias de desarrollo profesional. “Si aíslas estas actividades, te comportarás como una offshore e intentarás ser como una offshore. Hay que tender puentes para que los cimientos estén profundamente conectados con la empresa”, afirma.

Una base moderna

¿Cómo pueden abordar esto las organizaciones? Calçada afirma que es fundamental arraigar los objetivos filantrópicos en la estrategia y la identidad de la empresa. Así se evita el riesgo de ser acusado de “lavado de imagen social”.

Antes de incorporarse a Fundación Repsol, en diciembre de 2018, Calçada había ocupado diversos cargos ejecutivos, como miembro del Comité Ejecutivo de Downstream, CEO de Repsol Commercial y presidente de Repsol Portugal. Esta comprensión del lado corporativo del negocio le ha ayudado a cambiar la fundación desde la filantropía corporativa tradicional a un modelo que hace el bien invirtiendo en empresas de impacto que tienen un potencial escalable.   En lugar de “solo” donar dinero, la fundación actúa como un inversor inicial o una incubadora de startups, identificando soluciones innovadoras que puedan abordar problemas de toda la sociedad. En concreto, Fundación Repsol invierte en cuatro áreas clave para la transición energética: compensación de carbono, movilidad sostenible, economía circular y eficiencia energética.

Al identificar y ampliar nuevas tecnologías, Repsol está utilizando su influencia corporativa para ayudar no sólo a abordar el cambio climático, uno de los problemas más espinosos que enfrenta la sociedad hoy en día, sino también a crear nuevas fuentes de sustento para las comunidades que participan en las iniciativas empresariales. También podría ayudar al gigante de la energía a descubrir nuevas soluciones que le ayuden a cumplir su compromiso de lograr cero emisiones netas en 2050.

Hasta ahora, la fundación ha invertido en cinco empresas emergentes (véase el recuadro). Se considera una gestora de activos y espera planes de negocio y rendición de cuentas. A la hora de elegir las inversiones, examina startups o empresas jóvenes que operan en cuatro áreas prioritarias y se fija en su potencial de crecimiento. El objetivo es que sean económicamente viables en pocos años, al mismo tiempo que tienen un impacto social y medioambiental.

Escala y velocidad

Como gran organización, la ventaja de llevar a cabo estas actividades a través de una fundación independiente es que las desvincula de la burocracia que a veces puede obstaculizar el progreso. “Si mantienes la ampliación un poco separada de la corriente principal, lo primero que consigues es velocidad porque no estás inmerso en los largos procesos de toma de decisiones”, afirma.

Además de estas cinco inversiones, Fundación Repsol cuenta con un Fondo de Emprendedores, que actúa como aceleradora de startups de transición energética. En la última década, han acelerado más de 70 startups por valor de más de 450 millones de euros, además de proporcionar mentoría a emprendedores. Alrededor del 80% de las empresas que han recibido financiación siguen existiendo hoy en día.

Sin embargo, las actividades filantrópicas de Repsol no se limitan a la inversión de impacto, sino que la fundación adopta un enfoque holístico para fomentar la colaboración entre los sectores empresarial, académico y educativo. Ha creado una plataforma digital, Open Room, para el debate en torno a la transición energética, y una plataforma educativa, Zinkers, que pretende hacer lo mismo en colegios de toda España, además de financiar cinco cátedras universitarias. También anima a sus empleados a participar como voluntarios para contribuir a una transición energética justa e integradora. Una plataforma de este tipo, que integra a varios grupos de interés, tiene el potencial de acelerar nuestra transición hacia una sociedad más justa y sostenible.

Calçada subraya que no ha reinventado la rueda en Repsol, sino que se ha inspirado en algunas de las mejores fundaciones del mundo, admiradas por su impacto.

A quienes deseen emprender un camino similar, los anima a empezar por identificar las cuestiones clave que importan a sus grupos de interés, ya que es ahí donde normalmente pueden tener un mayor impacto. Dirigir con un propósito como brújula también ayuda a eliminar parte del riesgo, y añade: “A veces estamos más preocupados por el problema que pensando en la solución”.

Dado que el mundo necesita urgentemente un cambio sistémico para hacer frente a la desigualdad social y a los retos medioambientales, el modelo de las fundaciones podría contribuir a acelerar el progreso. Y afirma: “Necesitamos un mundo mejor con mucha más sostenibilidad. No en diapositivas de PowerPoint, sino en la vida real”.

Las inversiones de Fundación Repsol

Compensación de las emisiones de carbono
Grupo Sylvestris - Motor Verde es un proyecto de reforestación a gran escala en España y Portugal promovido por Fundación Repsol y Sylvestris. El objetivo es compensar 16.000.000 de toneladas de CO2 reforestando 70.000 hectáreas en España y 25.000.000 de toneladas de CO2 y 100.000 hectáreas en Portugal, en terrenos especialmente baldíos o afectados por incendios mediante la plantación de especies autóctonas. Al mismo tiempo, prevén crear miles de puestos de trabajo en zonas rurales.
Movilidad sostenible
KOIKI - Un servicio de reparto sostenible de última milla, que entrega paquetes en las ciudades a pie o en pequeños vehículos eléctricos y aumenta las oportunidades de empleo para colectivos vulnerables. Actualmente emplea a unas 200 personas en 80 centros repartidos por toda España y ha entregado más de 900.000 paquetes de forma sostenible, evitando 348 toneladas de CO2.
Economía circular
Recycling4all - La empresa recicla aparatos electrónicos y los convierte en piezas nuevas, contribuyendo así a proteger los recursos. Actualmente cuenta con 12 centros en España que integran laboralmente a personas con discapacidad, y en los que trabajan más de 160 empleados. Ha procesado 14.800 toneladas de residuos en un año y el 90% de los materiales recuperados se utilizan en la producción circular.
Eficiencia energética
Hispaled - Expertos en soluciones de tecnología LED para el alumbrado público con el fin de reducir las emisiones de CO2. Cuenta con un programa de inserción laboral para jóvenes en situación de vulnerabilidad. GNE Finance trabaja en la rehabilitación ecosostenible de viviendas, especialmente en entornos vulnerables, reduciendo las emisiones de CO2 y mejorando la calidad de vida de las personas.

Autores

Sophie Bacq OWP

Sophie Bacq

Profesor de Emprendimiento Social, IMD

Sophie Bacq es catedrática de Emprendimiento Social en el IMD. Es una líder de opinión mundialmente reconocida en el ámbito del emprendimiento social y el cambio. Investiga y teoriza sobre la acción empresarial destinada a resolver problemas sociales y medioambientales de difícil solución, a nivel de análisis individual, organizativo y cívico

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